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domingo, 8 de julio de 2012

La paciencia de un hombre

Tren de Valencia con destino a Barcelona.
En un vagón va sentado un hombre y, frente a él, va sentada una mujer,
tremendamente buena, con un bebé en brazos.
De pronto, el bebé rompe a llorar y la mujer le da el pecho (un pecho
precioso, por cierto), pero el bebé sigue llorando.
La mujer le dice al bebé: - Hijo mío, cómete la teta, que si no te la
comes tú se la voy a dar a ese señor de ahí enfrente.
El niño sigue llorando y se duerme.

A los 15 minutos, el bebé vuelve a llorar, la mujer le da el pecho,
pero el bebé sigue llorando y le vuelve a decir:
- Hijo mío, cómete la teta que si no te la comes tú se la voy a dar a
ese señor de ahí enfrente.
Y así continuó todo el viaje.

Cuando quedan 15 minutos para llegar a Barcelona-Sants, el bebé vuelve a llorar.
La pobre madre, le saca el pecho de nuevo pero el niño sigue llorando
y le vuelve a decir por décima vez:
- Hijo mío, cómete la teta, que si no te la comes tú se la voy a dar a
ese señor de ahí enfrente.


En esto que el señor se levanta y le dice a la madre:
- Señora, por Dios, que se decida el niño, que yo me tenía que haber
bajado en Castellón...

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