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jueves, 26 de marzo de 2020

Herminia Luque y el saber salva.

Con la introducción de su hermana y también escritora Aurora Luque.
Mi hermana publica aquí una encendida defensa del conocimiento. Muy necesaria, sí, en un país que se envanece de tener cuatro equipos de fútbol entre los veinte primeros del mundo pero que dedica a la investigación cuatro veces menos que Corea del Sur. Hoy, amigos confinados, sabemos lo cara que se paga esta falta de seriedad.

Nosotras traemos la lección aprendida de casa. Nuestro padre pidió al ayuntamiento que cambiara el nombre de la calle en que vivíamos (calle Nueva) por el de Doctor Fleming, en homenaje al inventor de la penicilina. Calle Doctor Fleming, número dos, Cádiar, Granada, Alpujarra profunda.

Y aborrecemos profundamente toda esa indulgencia social frente al delirante negocio del fútbol.

Publicación de Herminia:
EL SABER SALVA. Escribe Antonio Muñoz Molina hoy en El País un magnífico artículo titulado "El regreso del conocimiento". Viene a decirnos que el conocimiento (en estas circunstancias, cuando nos damos cuenta del valor de quienes saben, de profesionales cuya cualificación y experiencia) es absolutamente vital para nuestra supervivencia como individuos y como sociedad. Nos habíamos acostumbrado, dice, "al descrédito del saber, a la celebración de la impostura y la ignorancia".
Modestamente es lo que yo he tratado de inculcar, año tras año de docencia, a mis alumnos: la importancia absoluta del conocimiento, el valor por excelencia; un meta-valor, como nos dijo Rita Levi-Montalcini, porque sin él no hay posibilidad de ningún otro. El saber salva, el conocimiento es lo único a lo que podemos agarrarnos en estas hora duras para superar esta horrenda crisis a la que nos enfrentamos. Crisis que nos demuesta no solo la fragilidad de un mundo tecnificado e hiperglobalizado sino estúpidamente tecnificado y globalizado. ¿Por qué tenemos todos los entretenimientos que queramos y no poseemos suficiente medios científicos y técnicos para atajar la pandemia? ¿Porque hemos despreciado lo esencial, el conocimiento científico y su aplicación social, hemos dejado de lado la investigación y la docencia, de promocionar y aupar la excelencia en estos campos y nos hemos dedicado a cosas más rentables a corto plazo? Sí, el conocimiento tiene poco valor, escasísimo reconocimiento en nuestra sociedad. Es este un momento adecuado para reflexionar al respecto (algo que desde un pensamiento educado y ejercitado en ello podemos hacer mejor) y tomar decisiones con cordura.
Y seguir afirmando, según el adagio que Levi-Montalcini eligió como título para su libro: atrévete a saber. Rita Levi-Montalcini, premio Nobel de Medicina, publicó este libro en su extrema vejez, a los 95 años, revisándolo incluso antes de su muerte a los 103 años. Ahora pensemos si, en medio de esta espantosa crisis, podemos perder impunemente a tantas personas, tantos mayores a los que debemos tanto conocimiento, tanta vida.

La importancia de eslabones en estos tiempos.

Copiado de nuestra Aurora Luque.
LO IMPORTANTE

Ángel L. Montilla Martos escribe sobre los eslabones de nuestra sociedad.

"En estos días se están evidenciando cosas que estaban más o menos ocultas bajo toneladas de superficialidad, virtualidad y prepotencia. Me refiero a todas esas partes de la sociedad a las que normalmente no se les da la importancia que tienen, mientras se encumbra a las cimas de la fama a unos cuantos futbolistas, influencers y tertulianos."

LOS ESLABONES

martes, 24 de marzo de 2020

Isabel Martínez Peral: «Pensamientos de una maestra-directora confinada»

La sensatez, la sensibilidad, el alma que pone en todo. Gracias Isa por la reflexión.

Siempre me enseñaron que todo pasa, pero con el tiempo me di cuenta de que solo pasa lo que realmente no era importante.

El resto se queda y son raíces que llevarás contigo hasta el último día de tu vida. Sé que todo esto va a pasar y sólo deseo que cuando termine, formen parte de mis raíces aprendizajes imperecederos: “Nadie se salva solo. Las fronteras no existen. La salud es un derecho universal, al igual que la educación. Hemos de luchar para tener y preservar una sanidad y educación de calidad. La vida es frágil y efímera y hay que protegerla.”
Cuando menos lo esperábamos, la vida nos ha colocado ante un reto para probar nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio. Así ha sido en este marzo que nos ha traído una primavera en cuarentena por culpa de ese bichito llamado Covid-19 y que ha paralizado al mundo, dejando al aire nuestra fragilidad.
Siento, desde el encierro que, como sociedad, hemos perdido la capacidad de transmitir la verdadera filosofía de la vida, esa donde se concentran los grandes valores. Muchos al igual que yo, crecimos con lo básico, alejados de las necesidades creadas que nos han generado tanta dependencia hoy. Y solo tengo recuerdos de momentos felices. Aquellas tardes de invierno junto al fuego jugando con mis hermanas y aprendiendo a contar con lentejas, habichuelas o granitos de maíz. Las tardes con delantal en las que mi madre nos enseñaba a pesar la harina, la leche y los huevos antes de hacer magdalenas o un bizcocho o los días de primavera cuando había que preparar la tierra para las simientes. Los cuentos, inventados o no, sacados de experiencias propias que escuchábamos a los abuelos o la vida del pastoreo y la cabaña entre la que crecimos y que, con orgullo, recuerdo. Empecé a entender las matemáticas con granos de maíz o lentejas y a comprender la rotación de la Tierra, las estaciones, las lunas y la cotidianeidad. Aquella educación, aquella infancia me estimuló la curiosidad, me despertó la imaginación y me enseñó a soñar. Siempre dije que si la vida me hubiese dado la oportunidad de ser madre, me hubiera gustado ofrecer a mis hijos una educación como la que mis padres me regalaron a mí.
Las familias pasan menos tiempo con sus hijos, y las prisas del día a día no nos permiten pararnos a pensar qué es lo realmente valioso
Soy maestra y directora de un colegio de pueblo, y observo que hoy hemos ganado en algunas cosas, pero hemos perdido tanto. Las familias pasan menos tiempo con sus hijos, y las prisas del día a día no nos permiten pararnos a pensar qué es lo realmente valioso. La infancia crece bombardeada con mil clases extraescolares, es como un ansia insaciable de “academizar” el tiempo de nuestros niños. Contemplo perpleja como a muchas familias no les llegan las horas lectivas que les damos y, en vez de pasar tiempo con ellos, les llenan el tiempo con la creencia de que no es suficiente lo que la escuela, nuestra escuela pública -inclusiva y compensadora de desigualdades- les aporta, o les dan un móvil, una tablet o la consola con la excusa del trabajo pendiente o, en muchas ocasiones, está cada miembro de la familia en su isla con su móvil sin hablar, sin socializar, sin transmitir, ni enseñar ni aprender esos valores esenciales –muchas casas no tienen para comer saludablemente o comprar bolígrafos y una libreta, pero sí para tener un móvil mejor que el de la maestra-.
Quiero niños felices, creativos, curiosos, imaginativos, críticos, libres para expresar lo que sienten, lo que quieren, lo que piensan.
Pues esta maestra, que ahora es también directora de un colegio de compensatoria, no quiere y no cree en el alumnado robot ni en el profesorado autómata. No, no quiero niños que sean los mejores en todo. Quiero niños felices, creativos, curiosos, imaginativos, críticos, libres para expresar lo que sienten, lo que quieren, lo que piensan. No me gustan los pequeños “copistas” que repiten como clones lo que pone en los libros de texto o lo que es “correcto” decir en su nivel y su tiempo.
Esta tarde, primer sábado de una histórica y extraña primavera, siento la firme convicción de que la labor del buen maestro no se puede clonar, ni sustituir por máquinas. Tampoco me parece acertada la iniciativa del “magisterio televisado”. Quizás sin darnos cuenta –o sí- se está mandando el mensaje de que la labor del maestro se puede hacer desde el televisor y, cuán errónea y dañina es, porque esa labor es completamente insustituible. Duele aún más cuando esas iniciativas son publicitadas y aplaudidas desde dentro del propio cuerpo. Cuando todo pase y termine – porque ahora lo más importante es la vida – tendremos mucho sobre lo que reflexionar.
A todos los que se dedican a hacer “politiquilla” y escriben en foros o exhiben y publican a bombo y platillo la de plataformas usadas, la de enlaces, páginas de libro, cuadernillos y fichas enviadas a las familias o a Inspección para justificar que el profesorado estamos trabajando, pues a todos ellos, les pido que descansen, que lean poesía, que vean documentales, que escuchen música, que cocinen, que limpien, que cierren los ojos y piensen un momento lo efímero que es todo. Tengamos todos la valentía de mirar hacia dentro y agradezcamos la encomiable labor que hace el profesorado día a día y no en este momento en el que lo importante, créanme, es seguir estando, porque queda mucha vida por delante para adquirir esos aprendizajes académicos, en cambio, para los “otros aprendizajes” este es un gran momento.
Al profesorado le diría que es el momento de ayudar y alentar a las familias para que aprovechen esta situación excepcional de reclusión en casa para reencontrarse con ese niño interior que todos llevamos dentro; es el momento para que nos sientan cerca sin llenarlos de agobio ni cargarles la responsabilidad de hacer nuestro trabajo, pues ni es su cometido ni están formados ni obligados a hacerlo. La familia no puede reemplazar nunca la labor profesional del maestro. Hagamos más “fácil” el camino, estemos cerca desde la profesionalidad, pero sobre todo desde la humanidad, con la conciencia de que hemos de intentar mitigar la brecha que este maldito virus está marcando, dejando en evidencia de una manera cruel las desigualdades. Esta mañana leía una entrevista a Judith Butler, filósofa y teórica feminista estadounidense, donde reflexionaba acerca de la pandemia del COVID-19 en los Estados Unidos, y su relación con el capitalismo y la desigualdad social y económica. Uno de sus pensamientos era: “El virus por sí mismo no discrimina, pero nosotros humanos seguramente lo haremos, formados y animados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia, y el capitalismo”.
No queramos afrontar los nocivos y estúpidos comentarios de “los maestros están de vacaciones”, colapsando a las familias (sólo a algunas familias, las que tienen voz, porque a las “sin voz” no llegará) con infinidad de tareas y plataformas. Trascendamos de eso, estemos a la altura, demos la talla… Creo que en el magisterio nos está quedando manifiestamente claro que este virus no sólo ataca a la salud. Por eso tengo tantas preguntas:
¿Qué sentido tienen ahora las matemáticas, lengua, naturales, sociales…, asignaturas estancas, contenidos desconectados de la realidad en la que nos vemos inmersos, que además se repiten curso tras curso? ¿Tan imprescindibles son en este momento de preocupación y miedo que estamos atravesando?
¿Tiene sentido alguno o validez alguna la evaluación de la presentación de los deberes del alumnado, los propios deberes, someter a alumnado y familias a la presión de enviarlos por medios de los que carecen, que desconocen y no saben usar, en la mayoría de los casos, mientras vemos lo que se está viviendo en las casas y hospitales?
¿Pasaría algo grave si el alumnado dejara de estudiar el currículum oficial por quince, veinte, treinta…días y, en sustitución aprendieran sobre lo que está pasándonos y lo vivieran como una oportunidad para crecer como personas, para recuperar muchos de esos valores que se reciben en familia y que hemos perdido?
También debería valer para que nuestro sistema educativo se volviera acorde a los tiempos, actualizando de una vez por todas sus contenidos y su metodología
Tal vez, al igual que esta crisis por culpa del COVID-19 está sirviendo para cambiar conciencias y buscar soluciones creativas en tantos sectores, también debería valer para que nuestro sistema educativo se volviera acorde a los tiempos, actualizando de una vez por todas sus contenidos y su metodología, y priorizando su verdadero sentido: formar de una manera integral, responsable y honesta a las generaciones de ciudadanos que nos sucederán.
Como maestra y, ahora cada mañana como directora, siento que la vida nos pone delante aprender a mirarnos y a gestionar todo lo que se nos está removiendo por dentro, pero tengo la sensación de que nosotros parecemos empeñarnos en tener que seguir “impartiendo” el programa, ahora en modo virtual y televisivo. Y me siento muy triste, porque deberíamos estar aprendiendo todos: profesorado, direcciones de los centros, inspección, políticos de lo educativo, familias… que nuestro trabajo, el del maestro, es preparar al alumnado para emprender en un futuro donde las profesiones serán muy distintas a lo que conocemos. Y en vez de pedirles memorizar contenidos que olvidan tras el examen, hacerles conscientes, hoy más que nunca, de que al planeta en que el vivimos y a sus habitantes hemos de cuidarlos entre todos.
En medio de esta gran crisis, me propugno maestra–directora defensora de las metodologías activas y del aprendizaje significativo, del valor de las experiencias cotidianas y de la didáctica de la proximidad y la humanidad que parte de los intereses y circunstancias del alumnado.
Quisiera recordar este parón el día de mañana como una oportunidad de volver a lo cercano, a lo fundamental, a lo básico de las relaciones familiares y sociales
No quiero ser portadora del virus de las metodologías clonadoras y reproductivas. No quiero ni me gustaría que mi claustro actuara como máquinas dispensadoras de fichas o como robots, pues el profesorado, la labor del buen maestro, no se puede clonar ni sustituir por máquinas, por mucho que haya quien se empeñe en hacerlo.
Quisiera recordar este parón el día de mañana como una oportunidad de volver a lo cercano, a lo fundamental, a lo básico de las relaciones familiares y sociales. Sé que dependiendo de lo que hayamos hecho, sentiremos que hemos perdido o ganado tiempo. Es tiempo de elegir, hemos de ser valientes estos momentos de gran vulnerabilidad. Yo elijo ser palabras de luz, que sé que no salvan, pero ayudan en estos días tan oscuros en los que vamos a necesitar luz y color.

lunes, 23 de marzo de 2020

Mi artículo de ayer en IDEAL: "Confinamiento". "En este país, en más de ochenta años, no habíamos vivido una situación parecida al estado de alarma decretado por la pandemia del Covid-19...". #YoMeQuedoEnCasaLeyendo #YoMeQuedoEnCasa

Artículo de Antonio Lara Ramos.

CONFINAMIENTO


En este país, en más de ochenta años, no habíamos vivido una situación parecida al estado de alarma decretado por la pandemia del Covid-19. Finalizada la guerra civil, los años de posguerra provocaron episodios de extrema dificultad a consecuencia de la penuria y la represión, pero nada que ver con este confinamiento en el hogar al que hemos sido sometidos. 
Decir confinamiento suena a algo muy serio: a salvación en un bombardeo, de una plaga bíblica o de un castigo divino donde hubiera que marcar la puerta con sangre de cordero. En un confinamiento se pone a prueba la capacidad del ser humano para afrontar situaciones ajenas a la normalidad. Albert Camus, en La peste, hace un ejercicio de introspección en la vida de una ciudad donde explica la alteración drástica de la cotidianidad y su alcance psicológico en los habitantes. El confinamiento por el coronavirus nos ha alterado nuestra cotidianidad, justo lo que equilibra el tránsito por la vida. Una auténtica prueba de fuego para la convivencia social y familiar.
Hay quien asimila el confinamiento a un secuestro o a la vulneración de sus libertades. Lo hemos visto en personas que no cumplen las restricciones impuestas por el estado de alarma. No sé si tendríamos que aprender del reparto de tareas y colaboración en los insectos sociales. Tal vez, sí. En nosotros, como seres sociales pero dotados de inteligencia y sentido de la libertad, la vida en sociedad debe estar bañada además por el civismo. El cumplimiento de las restricciones en materia de movilidad es un ejercicio consciente de convivencia y libertad. Las conductas incívicas e indisciplinadas representan enormes agravios contra la colectividad. Nuestra libertad se refuerza cuando somos solidarios y respetamos las normas de esa colectividad, y nos alejamos de hacer lo que nos dé la gana del modo más insolidario. Reforzamos la libertad cuando decidimos colaborar socialmente y respetar la integridad de los demás.
No es la peste negra lo que nos ha venido, ni el cólera, ni la difteria o la tosferina, epidemias que castigaron a la humanidad en otros tiempos. Ha venido un moderno virus, con una presencia de cibervirus alienígena más que de bacteria antediluviana. Un coronavirus desconocido y mortal que no lo trae el inmigrante ni el extranjero ni el apátrida, sino que lo podemos llevar y traer cualquiera de nosotros. 
Quizás alguien piense que con esta situación vivimos una distopía del tenor orwelliano de 1984 o de Fahrenheit 451 de Bradbury, o tal vez el tiempo posterior a un holocausto nuclear. Nada de eso. Se trata de un enemigo invisible que ha modificado nuestro modo de vida de manera drástica, sin alterar la fisonomía de nuestras ciudades, salvo su aspecto fantasmal por ausencia de transeúntes, y sin distorsionar nuestras mentes con profecías apocalípticas. Solo nos ha obligado a recluirnos en nuestro hogar, que ya es bastante, y a unirnos para combatirlo, como a otros miles de virus, pero éste sin vacuna. 
La crisis del Covid-19 es una crisis mundial de duración imprevisible. Nadie escapa a ella. Ni los pobres, ni los ricos, ni los poderosos, ni los gobernantes, tampoco la detiene el convencionalismo de las fronteras. Todos los ciudadanos somos susceptibles de ser portadores y víctimas al tiempo. La vulnerabilidad del ser humano es total en el mundo desarrollado y subdesarrollado. La riqueza no funciona como escudo protector. La ciencia, que nos salva de muchas afecciones de la salud, todavía es incapaz de salvarnos de todas. En ello radica nuestra vulnerabilidad frente a la naturaleza, nuestra soberbia y prepotencia ante ella es algo meramente circunstancial. 
De esta pandemia y de nuestro confinamiento quizás debamos extraer varias enseñanzas. La primera: una lección acelerada de civismo. Frente al individualismo que promueve la posmodernidad neoliberal, la ‘modernidad líquida’ de la que habla Zygmunt Bauman, debemos dar una respuesta que refuerce la colectividad. Es cierto que la disciplina social a veces tiene que imponerse, si cada persona asumiera su propia responsabilidad no habría que hacerlo. Pero, ante la adversidad, el civismo se erige en un arma muy poderosa.
Otra de las enseñanzas, que no por sabida dejamos de recordar, es la hipotética llegada de una crisis económica. La actividad económica mundial se está resintiendo con la pandemia. El capitalismo es un sistema económico fullero, tan vulnerable como insolidario, tan egocéntrico como insaciable, sin mecanismos para afrontar momentos de quiebra en su voraz maquinaria desarrollista, y donde al final siempre pagan los más débiles. Vemos a la economía capitalista sin resortes para afrontar situaciones como ésta, solo esperando a que sea el Estado quien afronte en solitario el reto solidario. 
No se ha producido una guerra, ni siquiera la caída del sistema financiero por la avaricia, es simplemente la paralización de parte de la actividad económica por un problema de salud pública. Seamos corresponsables. Los medios de comunicación incesantemente hablan de caídas en la Bolsa o de pérdida de beneficios empresariales, pero… ¿y la solidaridad de esos grandes capitales en un momento así, dónde la dejamos?
Como enseñanza principal quedémonos con la concienciación de gran parte de la ciudadanía que está afrontando los retos de esta pandemia con un sentido colectivo, de exclusión de prácticas egoístas y con un ejercicio de solidaridad. Y, además, salpicado de esas muestras de humor que están haciendo este confinamiento más llevadero.
Nunca habíamos vivido una situación igual. Debiera servirnos de enseñanza para un futuro que no sabemos lo que nos traerá. Acaso, como diría Camus: “Todo lo que el hombre puede ganar al juego de la peste y de la vida es el conocimiento y el recuerdo”.
 * Artículo publicado en Ideal, 22/03/2020

sábado, 21 de marzo de 2020

UNA LUZ EN LA CUARENTENA

Hoy sábado día 21 de marzo seguimos confinados en casa y cada uno empleamos nuestro tiempo en lo que tenemos a mano.  El lema de “Yo me quedo en casa” implica la responsabilidad de acatar todas las normas.

"A lo mejor no está claro. Ni lo estará después de este post, pero si llega por lo menos a dos personas no será en vano.
Quedarse en casa quiere decir QUEDARSE EN CASA. ¿Os habéis cansado ya después de 4 días de cuarentena? Pensad entonces cuando el 26 o 27 de marzo os digan que se alarga durante otros 15 o más días.
¿Y sabéis porque sucederá? Porque no habéis entendido el significado de las palabras “quedarse en casa”.
Quiere decir salir UNA SOLA VEZ por semana ¡No al día! Para hacer la compra y comprar la cantidad necesaria para no tener que salir con suma urgencia a por 100gr ese de jamón tan indispensable.
Quiere decir UNA SOLA VEZ a la farmacia para coger todas las medicinas que necesites.
Quiere decir que saques al perro para que mee y cague en la acera, al lado de tu casa, y que no sea una excusa para reuniones sociales.
Quiere decir NO SALIR, ni siquiera para ir a casa de tu madre, suegros, tíos, hijos a menos que sea un por una urgencia REAL (enfermedad, accidente, etc...)
Utilizad las videollamadas o mudaros a una de las casas y QUEDAROS.
Quiere decir no coger los únicos motivos de desplazamiento para pasear o tener encuentros clandestinos. Tal vez piensas que te burlas del sistema pero en realidad estas limitando tu futura libertad y la de los demás.
No sois más listos que los demás, solo sois más GILIPOLLAS.
¿Sois de verdad tan débiles que nos sois capaces de permanecer en vuestras casas llenas de cosas para el confort durante 15 días?
A lo mejor piensas “¿Y si voy a tal sitio que puede pasar?”, pues multiplica por esta forma de pensar por miles de personas. Después NO LLORES si cuando acaben estos días de cuarentena la prorroguen y te toque hacer cuentas con el daño económico personal, con el de tu jefe, o con el cierre de tu empresa que tendrá que cerrar dejándote en paro, con las horas extras que tendrás que hacer para compensar, o los clientes que no podrán pagarte, etc...
TU singular salida sí nos repercute a todos y al sistema entero.
Yo después de la quincena quiero retomar mi vida, y probablemente no podré hacerlo por tu falta de respeto, la del otro y la de aquel."
                                   



“Y la gente se quedó en casa. Y leyó libros, y escuchó, y descansó, e hizo ejercicio, y arte, y jugó y aprendió nuevas formas de ser, y se estuvo quieta. Y escuchó más profundamente. Algunos meditaban, algunos rezaban, algunos bailaban. Algunos se encontraron con sus sombras. Y comenzaron a pensar de manera diferente.
Y sanaron. Y, en ausencia de personas que vivían en la ignorancia, peligrosas, sin sentido y sin corazón, la tierra comenzó a sanar.
Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lloraron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron con nuevas imágenes y crearon nuevas formas de vivir y sanar la tierra por completo, ya que habían sido curadas".
~ Kitty O'Meara


Dice Neruda que "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera". La primavera ya está aquí, al igual que toda esta pesadilla pasará y volveremos a la normalidad, incluso deseo que a ser mejores y con alguna gran lección aprendida: "Que nadie se salva solo, que las fronteras no existen, que la salud es un derecho universal, que la vida es frágil y hay que protegerla."
Hoy se celebra el Día Mundial de la Poesía y, en estos momentos duros, quiero compartir el poema del gran Mario Benedetti NO TE RINDAS
NO TE RINDAS.


Lo más escuchado en la cuarentena:
RESISTIRÉ EL DUO DINÁMICO





                                                         "TODO IRÁ BIEN"






viernes, 13 de marzo de 2020

ACTIVIDADES PARA HACER EN CASA CON LOS NIÑOS.

42 juegos


Ideas para hacer en casa.




CORONAVIRUS.


Estado de alarma en España.

En el comunicado que nos remite el Comité Ejecutivo de Situaciones Especiales sobre la SUSPENSIÓN TEMPORAL ACTIVIDAD DOCENTE PRESENCIAL EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE ANDALUCÍA y que ha acordado este jueves 12 de marzo de 2020 la suspensión temporal de la actividad docente presencial en toda la red de centros educativos de Andalucía, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y dentro de las medidas para evitar el contagio del coronavirus.
En él se  indica que la suspensión será efectiva a partir del próximo lunes 16 de marzo y hasta el día 27 de marzo. El regreso a la actividad ordinaria, prevista para el lunes 30 de marzo, queda supeditada a las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes.
Con respecto al funcionamiento de la actividad docente durante esta suspensión temporal presencialla Consejería de Educación y Deporte remitirá mañana, viernes 13 de marzo, a los centros educativos unas instrucciones para organizar actividades docentes con el objetivo de que el alumnado pueda proseguir con la formación desde sus domicilios.

D. JOSÉ JAVIER MARTÍN CAÑIZARES, ALCALDE - PRESIDENTE DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE CADIAR.
Con motivo de la situación y evolución del Coronavirus (COVID-19) y a la vista de las medidas que se están adoptando siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, del Ministerio de Sanidad y de la Junta de Andalucía para la prevención y contención necesarias en materia de salud pública.
VENGO EN ACORDAR LA ADOPCIÓN DE LAS SIGUIENTES MEDIDAS CAUTELARES:
1.- Se suspende hasta nuevo aviso, todos los eventos y actos organizados por este Ayuntamiento con el fin de evitar concentraciones masivas de personas.
2.- No se celebrará el próximo mercado municipal del día 18 de marzo de 2020.
2.- Se realizará el cierre temporal de las siguientes instalaciones municipales, suspendiéndose todas las actividades que se desarrollan en las mismas:
- Escuela Infantil Nube de Colores.
- Guadalinfo, Academia de la Banda de música.
- Escuela de Adultos (Cádiar, Narila y Yator)
- Biblioteca.
- Salón de Usos múltiples de la Plaza de España.
- Salón de Usos múltiples de Yator.
3.- Se limita la atención ciudadana en las Oficinas del Ayuntamiento en horario de 9:00 a 14:00 horas, restringiéndose el acceso presencial, emplazando la atención al usuario a la vía telefónica (958768031) o telemática (ayuntamientocadiar@hotmail.com) Así como que se acuda a las mismas solamente si son trámites estrictamente necesarios.
4.- En cuanto a Parques y Jardines municipales: el Ayuntamiento extremará la limpieza y desinfección en los equipamientos y aparatos de los parques infantiles y zonas biosaludables, pero se recomienda la no utilización de los mismos en los próximos 15 días con objeto de evitar concentraciones de personas..
5.-La Junta de Andalucía ha habilitado un teléfono de información del coronavirus (900400061) y se mantiene activo el teléfono de SALUD RESPONDE (955545060)
6.-Que es necesario insistir en la necesidad de reforzar los hábitos personales de aseo, con especial atención al lavado frecuente de manos.
Rogamos la colaboración y la comprensión de todos los vecinos por todas las medidas tomadas por nuestro Ayuntamiento, destinadas a preservar el bienestar de nuestra población..
Cádiar, a la fecha y firma al margen.
EL ALCALDE
José Javier Martín Cañizares
Cód. Validación: 55HSS3QDPNXPRAFYP3E24QX2M | Verificación: https://cadiar.sedelectronica.es/
Documento firmado electrónicamente desde la plataforma esPublico Gestiona | Página 1 de 1






jueves, 12 de marzo de 2020

Se suspenden las clases en los centros educativos andaluces

En el comunicado que nos remite el Comité Ejecutivo de Situaciones Especiales sobre la SUSPENSIÓN TEMPORAL ACTIVIDAD DOCENTE PRESENCIAL EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE ANDALUCÍA y que ha acordado este jueves 12 de marzo de 2020 la suspensión temporal de la actividad docente presencial en toda la red de centros educativos de Andalucía, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y dentro de las medidas para evitar el contagio del coronavirus.
En él se  indica que la suspensión será efectiva a partir del próximo lunes 16 de marzo y hasta el día 27 de marzo. El regreso a la actividad ordinaria, prevista para el lunes 30 de marzo, queda supeditada a las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes.
Con respecto al funcionamiento de la actividad docente durante esta suspensión temporal presencialla Consejería de Educación y Deporte remitirá mañana, viernes 13 de marzo, a los centros educativos unas instrucciones para organizar actividades docentes con el objetivo de que el alumnado pueda proseguir con la formación desde sus domicilios.

martes, 10 de marzo de 2020

CÁDIAR.


HOMENAJE A PACO SANTIAGO.

Mi amigo Paco ha sido homenajeado por el CONSEJO MUNICIPAL DE LA MUJER DE MOTRIL, con la concesión del premio Hombre por la Igualdad 2020, con motivo del día internacional de la mujer, por su labor a nivel sanitario en relación con la mujer.
ENHORABUENA.











viernes, 6 de marzo de 2020

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

El lema de este año: Soy de la Generación Igualdad. Por los derechos de las mujeres.
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.
El mundo ha logrado avances sin precedentes, pero ningún país ha alcanzado la igualdad de género.
Hace 50 años, llegamos a la Luna; en la última década, hemos descubierto nuevos ancestros humanos y hemos fotografiado un agujero negro por primera vez.
Mientras tanto, existen restricciones legales que impiden a 2.700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres en 2019 y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.
Hagamos que 2020 sea un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo.

El objetivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer es el de la búsqueda de la igualdad y de la no discriminación hacia la mujer

El Consejo de Europa sobre la Prevención y Lucha contra la Violencia contra la Mujer, conocido como Convenio de Estambul, abogó por reconocer como violencia de género todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres por el hecho de serlo.
En España las víctimas mortales a causa de la violencia de género en lo que va de año hasta marzo de 2020  ascienden a 14.
La educación es fundamental para acabar con la Violencia de Género.


Hasta que no se consiga una igualdad de género efectiva, se seguirá celebrando el Día Internacional de la Mujer.




LA ESCUELA PÚBLICA.

Tal y como estamos viendo la escuela pública, tenemos que tomar posición y luchar por ella.

Sabemos  que la educación pública es el principal ascensor social y la herramienta de igualdad y transformación social más importante de las que nos hemos dotado. Sabemos también que ninguno de los derechos que hemos conseguido y por los que tanto lucharon nuestros padres están a salvo. Por eso tenemos que luchar con todas nuestras posibilidades por nuestra escuela pública y por todo lo público.

Sabemos por la historia que los maestros y maestras fueron el alma de la República. Aquellos maestros y maestras que transformaban el mundo, sobre todo cuando impartían su enseñanza en el medio rural, fueron también la columna vertebral del sistema democrático cuyo objetivo era modernizar el país y para ello había que educar en igualdad, garantizando el derecho de todos los ciudadanos a una educación pública gratuita, obligatoria y laica. Con esto quiero hacer ver que la educación mueve el mundo.

Y que estoy totalmente de acuerdo con las palabras de mi amiga Isabel Martínez Peral:
“Fui educada en la ESCUELA PÚBLICA. Durante años luché, trabajé duro por alcanzar un sueño: formar parte de ella.
Desde dentro seguiré luchando por una escuela de calidad para todos/as, que mejore en lo que falla, que se aleje de batallas políticas....“
Y yo añado que desde fuera tenemos que seguir luchando por una educación pública gratuita, obligatoria y laica