Estuve allí con mi padre en 2015 y ya estaba todo en ruinas. Mi padre se vino muy triste de ver la casa donde nació y vivió tan feliz hasta que se casó, caída; sólo le quedaba y queda un porche chico, la puerta y las ventanas.
Hace unos días intenté ir, pero no logré llegar y hoy por fin la he encontrado más o menos como estaba hace diez años y he recordado cuando me sentaba con mi abuelo debajo de la encina(que sigue viva) a tomar el fresquito, el olor a membrillos en la casa, cuando íbamos a las matanzas, a las parvas, a reuniones familiares y siempre con el mulo por el río. Yo estaba muy chica y tengo recuerdos muy entrañables de mis abuelos, recuerdo que jugábamos en la era porque había bastantes niños y que la gente de allí era muy agradable.
Cuando yo tenía ocho años mis abuelos se vinieron a vivir a Cádiar.
Mi padre en 2015.
Imágenes de hoy.
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