Vistas de página en total

lunes, 23 de agosto de 2021

REFLEXIÓN

 Aprendí que una noche puede ser inolvidable sin importar el sitio, mientras que la compañía sea buena. Que al fin y al cabo es lo que cuenta. Aprendí que hay risas que te devuelven a la vida. Y hay sonrisas que se te escapan sin darte cuenta. Y oye, alegran el día. Aprendí que a veces miras al lado y no te sientes sola. Y miras al otro, y tampoco. Que hay personas que hacen todo un poco más bonito y menos difícil. Y que son pura vitamina. De la buena, de la que sana. La que te da paz. Aprendí que la vida es complicada, y a veces más de la cuenta, pero que de todas se sale. Con más cicatrices, pero se sale. ‘Lo que no te mata te hace más fuerte’, dicen. Y aquí estamos, más fuertes que nunca. Aprendí que hay ratitos que marcan la diferencia y que debemos aprovecharlos al máximo. Queriendo sin miedo. Soñando despierta. Riendo sin parar. Sanando a cada paso. Y viviendo como si no hubiese un mañana. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario