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jueves, 1 de mayo de 2014

TODOS LOS DÍAS SE APRENDE ALGO...

Hoy entre otras cosas, he aprendido a hacer queso con flores de alcachofa molidas con el mortero y coladas con la leche. Ha sido esta noche en el cortijo con mis primos...
En el mismo cortijo en el que mi abuelita Adoración y mi tía Anica se dedicaban a hacer de unos cinco a diez quesos diarios de cinco libras, unos 2,5 kg por queso, porque mi abuelo era pastor... En principio iba él solo con la manada, socio y amigo de José Cara....En el año 1945 metió a dos pastores, Nicolás y Emilio, y él se dedicó al campo con  mi madre y sus hermanos mayores..., y mi tío Jorge, con once años, se quedó de pastorcillo con unas cincuenta cabras...
Con todo esto quiero decir que nunca se me había ocurrido fijarme, ni cuando mi madre ya de mayor ha hecho queso en casa..., en cómo se hace... Y, la verdad, es muy bonito y curioso...
 Primero, se echa molida y colada la flor de alcachofa en la olla de leche, a continuación se pone la olla al lado de la lumbre dejándola reposar. Al rato, se hace el queso cogiendo "la bola" con mucha paciencia, se mete la bola en la pleita...encima de la quesera inclinada con patas... y se aprieta hasta que salga todo el "suero" y se le echa sal por las dos caras... Y mientras se hierve el resto del suero para de ahí sacar los requesones...
En fin toda una lección de artesanía...





























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