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lunes, 18 de agosto de 2025

MI HOMENAJE A LORCA.

 El 16 de agosto, fue detenido el gran poeta, dramaturgo y prosista FEDERICO GARCÍA LORCA (1898-1936). Su fusilamiento se produjo unas 48 horas después.

Su ideología republicana, ser rojo, y homosexual, le condujo a la muerte, perpetrada por los sublevados a comienzos de la guerra civil.
Muchos intelectuales del momento corrieron su misma desdicha. Cualquier índice de cultura, información y progreso era objetivo de destrucción del fascismo.
Perteneció a la generación del 27 y es considerado una de las mayores influencias literarias del siglo XX, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
Sus obras en general se caracterizan por mostrar obsesiones y recursos estilísticos de forma constante. La trama principal de sus contenidos se basan en la frustración y los sentimientos que ello deriva. Su ornamento más utilizado es la metáfora, siguiendo la influencia de su admirado Góngora.
Los símbolos están también muy presentes en sus registros, sobre todo en la poesía.
La muerte, el erotismo, el desencanto, la belleza en muchas ocasiones se esconden tras la luna, la sangre, el agua, o la hierba.
Dejó un legado de importante material literario, ofreciendo títulos muy relevantes, que pasarán a la posteridad por su calidad significativa.
Han transcurrido 89 años desde su asesinato, y aunque no se sabe dónde está su cuerpo, Lorca sigue vivo en cada verso, en cada estrofa y en cada línea que nos aportó en su trayectoria. Cada homenaje que se brinda a su nombre, identidad o carisma desde cualquier parte del mundo, hace que su recuerdo nunca muera.

Romance de la luna, luna
La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
habrían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
-Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, como canta en el árbol!
por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

CARLOS CANO, GACELA DE LA MUERTE OSCURA Y CASIDA DE LAS PALOMAS OSCURAS:




CANCIONES DE LORCA INTERPRETADAS POR JAVIER LOMBARDA:


"Pequeño vals vienés" de Federico García Lorca. Leonard Cohen adaptó el poema a la música, creando una versión en inglés que aparece en su álbum "I'm Your Man" de 1988. El poema original, de Lorca, forma parte de su obra "Poeta en Nueva York".

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