Vistas de página en total

martes, 14 de febrero de 2017

SAN VALENTIN...?

Permítanme recordarles algo, por eso de este día del...amor... comercial.
Hay amores que no se compran ni se venden, lo sabemos.
El primero, para mí, es el Amor Propio, que no es orgullo ni soberbia, no se equivoquen, es el amor desde la autoconsciencia y tiene sentido crítico porque parte de nosotros mismos. Nos permite la entrega y también la retirada si no nos sentimos queridos, nos da la oportunidad de ser generosos pero también dignos y justos e incluso implacables si se requiere. Es el Amor que nos permite amar como amamos a todo lo que amamos;pues lo que amamos no es sino un reflejo de nosotros, para bien o mal.
Buenas El segundo es el Amor a los hijos, que es un amor regalado al cederle espacio por gusto. Pues nos brinda, si es entendido, la posibilidad de superarnos a nosotros mismos. Un tesoro, lo incondicional, la fe, la ilusión nueva.
El resto de los amores van condicionados, en correspondencia, en lealtades, en traiciones, en antojos y pasiones. Por trabajo al cultivarlos, por desafío a modo conquista, por doctrina o fe.
Así que si tienen alguno de los dos amores considerense dichosos y plenos. Celebren cada día estas bondades, no sólo hoy.
Pero si hubiese o hubiera alguien despistado, poco detallista para mostrar se quiere a sí, o bien quiere a un ser amado, váyanse a cenar consigo mismos, roben una flor para el ajeno(no cuesta nada) o hagan esa llamada que derriba muros. Que una flor robada o un te quiero a tiempo no es reprochable ningún día, más hoy hasta el más cobarde tiene excusa.
Y recuerden: para el...''holgar''... hay más días. No lo llamemos amar cuando queremos decir Sexo.
Recopilado de Dámaris...


Cuando hablo de amor.... (Jorge Bucay)

Cuando hablo de amor....

No hablo de estar enamorado cuando hablo de amor,
no hablo de sexo cuando hablo de amor,
no hablo de emociones que solo existen en los libros,
no hablo de placeres reservados para los exquisitos.
No hablo de grandes cosas.

Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera,
hablo de sentimientos simples y verdaderos,
hablo de vivencias transcendentes pero no sobrehumanas,
hablo del amor tan solo como querer mucho a alguien.

Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos 'Te quiero...'?

Yo creo que decimos: 'Me importa tu bienestar.'
Nada más, ni nada menos.
Cuando quiero a alguien,
me doy cuenta de la importancia que tiene para mí lo que hace,
lo que le gusta y lo que le duele...

'Te quiero' significa, pues, me importa de ti;
y 'te amo' significa me importa muchísimo.
Y tanto me importa que, cuando te amo,
a veces priorizo tu bienestar por encima de otras cosas
que también son importantes para mí.

Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos:
no es verdad que te quieran mucho
aquellos a quienes no les importa demasiado tu vida,
y no es verdad que no te quieran los que viven pendientes de lo que te pasa.

Repito: si de verdad me quieres: ¡te importa de mí!

Y por lo tanto, aunque sea doloroso aceptarlo,
si no te importa de mí, será porque no me quieres.
Esto no tiene nada de malo,
no habla mal de vos que no me quieras,
solamente es la realidad, aunque sea una triste realidad.

Hay muchas cosas que yo puedo hacer para demostrar,
para mostrar, para corroborar,
confirmar o legitimar que te quiero,
pero hay una sola cosa que yo puedo hacer con mi amor,
y es quererte,
ocuparme de vos,
actuar mis afectos como yo los sienta.
Y como yo lo sienta será mi manera de quererte.
Tú puedes recibirlo o puedes negarlo,
puedes darte cuenta de lo que significa o puedes ignorarlo supinamente.
Pero esta es mi manera de quererte, no hay ninguna otra disponible.

Querer y mostrarte que te quiero pueden ser dos cosas distintas para mí y para ti. Y en estas, como en todas las cosas,
podemos estar en absoluto desacuerdo
sin que necesariamente alguno de los dos esté equivocado.
Cuando alguien te quiere,
lo que hace es ocupar una parte de su vida,
de su tiempo y de su atención en ti.
Cuando alguien te quiere,
sus acciones dejan ver claramente cuánto le importas.

Yo no creo que el amor sea un espacio de sacrificio.
Yo no creo que sacrificarse por el otro garantice ningún amor,
y mucho menos creo que esta sea la pauta que reafirma mi amor por el otro.
El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti,
o cuánto soy capaz de renunciar a mí.

A medida que recorro el camino del encuentro,
aprendo a aceptar que quizás no me quieras.
El afecto es una de las pocas cosas cotidianas
que no depende solo de lo que hagamos nosotros,
ni exclusivamente de nuestra decisión,
sino de que, de hecho, suceda.
Sucede o no sucede, y si no sucede,
no hay manera de hacer que suceda,
ni en mí ni en ti.

Si me sacrifico,
me mutilo,
y cancelo mi vida por ti,
podré conseguir tu lástima,
tu desprecio,
tu conmiseración,
quizás hasta gratitud,
pero no conseguiré que me quieras,
porque eso no depende de lo que yo pueda hacer.

No solo no podemos hacer nada para que nos quieran,
sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.

Jorge Bucay

No hay comentarios:

Publicar un comentario