EMPATÍA

 En la vida hay que ser más empático. Es algo que aprendí con el tiempo.

Hay que saber ponerse más en el lugar del otro. Y no, aunque lo parezca, no es tan difícil. Hay que saber pensar un poquito más en cómo puede sentirse ante lo que le digas. En cómo puede sentirse ante ciertas situaciones. Nunca sabes qué puede llevar a sus espaldas. Ni cuánto lleva aguantado. Hay que meterse en los zapatos del otro.

Hay que saber decir las cosas. Ser más agradable. Hay que saber no juzgar, no atacar sin saber nada de lo que hay detrás. Sin tener ni idea de la vida del otro. Hay que aprender a no hacer pequeñito al otro, a no romperle sueños ni quitarle ganas.

Intentemos aportar positividad a los demás.

Pongámonos en el lugar del otro.