Leer no es sólo entender letras escritas, es descubrir nuevos mundos, imaginar, experimentar…¿Cómo podemos hacer que los niños disfruten leyendo?
Si hay algo que me vuelve loca desde pequeña es el placer de leer un buen libro. No importa
si es una historia nueva o si ya la conozco, pero debe ser un libro de papel, con páginas que
tocar y oler. No es que desprecie los libros digitales, nada más lejos de la realidad, pero
para mí es un ritual: ir a la habitación, ajustar la luz, tocar el libro, buscar la página y
olvidarme del mundo.
Creo firmemente que transmitir el placer de la lectura es uno de los regalos más significativos
que podemos dejar a nuestros niños. A través de la lectura los niños pueden descubrir el
mundo, su cultura y los contenidos académicos, pero también pueden viajar, imaginar y
disfrutar. Por esta razón tenemos que leer con nuestros niños y niñas..
Tienen que descubrir el propio de placer de leer en soledad.
Ellos, un libro y tiempo para leer. Sumirse en una complicidad absoluta entre ellos y sus
propios libros, con la dificultad que conlleva entender cada mensaje sin que nadie lo aclare,
intentando adelantarse a la historia, planteando nuevas hipótesis, leer por el puro placer de
hacerlo.
¿Cómo puedo ayudar a disfrutar de la lectura?
Para que los niños despierten el gusto por la lectura es evidente que ésta no debe significar
una aburrida obligación, no se trata de saber descodificar un lenguaje escrito, sino de
emocionarse con el mensaje descubierto. No es lo mismo leer y entender que “Alicia viajó
a un país maravilloso”, que imaginar cuan maravilloso sería este país y ansiar más
información sobre el tema. Por eso creo que existen cinco puntos claves que pueden ayudar
a los peques a descubrir el placer de leer.
1. Sé positivo ante el momento lector.
Esto implica una actitud positiva, tanto en el momento de narrar como en los momentos que
preceden a la lectura. Nuestro modo de proceder suele ser ejemplo, si quieres que los niños
adoren leer, debes adorar la lectura.
2. Pon libros en sus manos
Leer no es sólo identificar letras y formar palabras. Leer es descubrir nuevas formas de
comunicarse, aprender nuevo vocabulario, descubrir rimas. Para ello no es preciso
descodificar el código, podemos leer libros de imágenes, incentivando el lenguaje oral,
asociando ciertos sonidos a sus grafías. El niño “lee” solo, a su manera, por esta razón,
que los niños tengan libros al alcance de las manos para leerlos en cualquier momento
puede ser altamente beneficioso y además les encanta.
3. Escucha sus versiones
Cuando el niño cuenta unos de sus libros de imágenes y cambia la historia pre-establecida,
está imaginando y creando algo nuevo. Este proceso creativo es una buena forma de
expresar aquel vocabulario que ha ido aprendiendo, por tanto es una buena herramienta para
medir su desarrollo del lenguaje.
4. Déjale elegir
Recuerda que a ti no te gustan los mismos libros que a otras personas, incluso que no todos
los días te apetece el mismo tipo de libro. Lo mismo pasa con los niños. Si quieres que el
peque disfrute de la lectura, déjale elegir. Es evidente que existen libros que no son
adecuados según la edad, por eso debemos tener especial cuidado en el tipo de libros que
nuestros peques tienen al alcance de su mano. Deja que participe en la elección de libros y
razona con él dicha elección.
5. Participa en su lectura
Aunque los peques precisen de un tiempo para ellos mismos, les gusta contar aquello que
han estado leyendo. Escúchale, plantea dudas, intercambia impresiones. Esto nos ayudara
a entender que el hecho de leer solos no nos aleja de ellos, sino que nos acerca de otro
modo.
Contenido copiado y transformado de: http://www.educadiver.es
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