Desde 1994 el municipio alpujarreño (Granada) celebra el primer sábado de agosto su particular Nochevieja de verano
04.08.12 - 00:40 -
Mañana empieza el año con el calor infernal que está cayendo a diario. Por lo menos, en Bérchules. Así son sus 800 habitantes. Originales como ellos solos. Desde 1994 el municipio alpujarreño (Granada) celebra el primer sábado de agosto su particular Nochevieja de verano. Y este año, aunque caigan chuzos de punto, se pondrán de nuevo a disposición de vecinos y foráneos 10.000 docenas de uvas de la suerte y mil kilos de mantecados.
Aunque en una época de recortes, ni ese pintoresco lugar en la montaña se libra de ellos, al menos de las prohibiciones: por primera vez hacer botellón en el casco urbano estará ‘perseguido’ y los jóvenes serán desviados al recinto habilitado al efecto.
La celebración, en realidad, comenzó ayer viernes con algunas actividades, pero no es hasta esta mañana de sábado cuando arranca la fiesta propiamente navideña, con un pasacalles y el tradicional paseo de la borriquilla que repartirá 15 litros de anís, además de aguardiente, coñac y polvorones a las 8.000 personas que se esperan recibir en el municipio. Ahí es nada, se multiplica por diez la población.
La Nochevieja de verano de Bérchules quedó fijada en el calendario hace dieciocho años, cuando se produjo un fallo en el suministro de la luz eléctrica que impidió a los vecinos seguir la retransmisión de las campanadas y les obligó a tomar las uvas a la luz de las velas. Desde entonces, decidieron celebrar la llegada del Año Nuevo cada primer sábado de agosto. Ycrearon escuela porque desde 1995 el pueblo vallisoletano de Valoria la Buena celebra una fiesta similar. Para que luego digan que los andaluces no somos los primeros en nada.
Y a bombo y platillo, porque la participación de una charanga, el concurso de belenes y la celebración de la Cabalgata de Reyes son otros de los actos programados y previos a las campanadas de Nochevieja. Que no falta de nada, oiga.
A pesar de la crisis, la Estepeña ha distribuido gratuitamente mil kilos de polvorones para la fiesta y la empresa Cofrusa repartirá un total de 10.000 botes con 12 uvas de la suerte en cada uno de ellos.
Con lo de no dejar hacer botellón fuera de los límites impuestos, se pretende favorecer que haya más limpieza en el municipio el día después de la fiesta, ya que en ediciones anteriores las calles amanecían muy sucias. La prohibición también favorecerá, según dicen, a los empresarios que montan las barras, que han manifestado su malestar con que los jóvenes consuman junto a sus infraestructuras las bebidas adquiridas en otros establecimientos. Veremos a ver cómo acaba el año.
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