ORACIÓN:
Alma, cuando te levantes de tu cama o de tu lecho
haz la señal de la Cruz
en la frente, la primera para que te libre Dios de los malos pensamientos
y la segunda en la boca, para sujetar el freno
y si tienes padre y madre
echa los ojos al suelo
no los mires desairados
porque irás a los infiernos
si esto que te digo haces
de nada tengas tú miedo
siempre llevarás contigo
toda la Corte del Cielo.
ORACIÓN:
Soy María López Martín
el gran poder de Dios me valga, me ampare y me favorezca,
me dé luz en el alma
y en el cuerpo me libre de las malas lenguas
me dé luz para que no sea presa, muerta, ni herida, ni de mala labor corrida
el Señor esté conmigo y la Rosa ñeque nació
y la hostia consagrada y la Cruz donde murió.
( Y se reza un Padrenuestro)
ORACIÓN:
Las doce palabras que dijo Cristo en la Cruz:
La1ª: la casa de Jesús
La 2ª: las dos tablas de Moisés donde Cristo derramó su sangre por nosotros, amén
La 3ª: las tres Marías
La 4ª: los cuatro evangelios
La 5ª: las cinco llagas
La6ª: los seis candeleros
La7ª: los siete libros misales
La8ª: los ocho gozos
La 9ª: los nueve meses
La10ª: los diez mandamientos
La11ª: las once mil Vírgenes
La 12ª: los doce apóstoles.
ORACIÓN:
Con Dios me acuesto
con Dios me levanto
con la Virgen María
y el espíritu santo
Cuatro esquinas tiene mi cama
cuatro ángeles me la guardan
dos a la cabeza
dos a los laos
en medio, Jesucristo crucificao.
ORACIÓN:
San Antonio de Padua
que en Padua naciste
por el hábito que rompiste
por el cordón que teñiste
por la palma virginal
que me socorras en esta necesidad.
ORACIÓN:
San Antonio bendito
excelente confesor
que me libres del demonio, del fuego, mal y dolor.
Antonio, gracias a Dios.
ORACIÓN:
San José salió una tarde a cazar, como solía,
los perros iban delante, la caza no aparecía.
Se encontró con un mal hombre, traidor y de mala vida.
Le preguntó que si había Dios
le dijo que Dios no había.
Calle usted hombre y no hable, que hay Dios y Santa María
y le puede dar la muerte, como le ha dado la vida.
Yo no le temo a la muerte, ni tampoco aquí en la vida.
A otro día de mañana, la muerte a por él venía.
Detente muerte rabiosa, detente siquiera un día
que confiese mis pecados y que enmiende el alma mía.
No me puedo detener, que Jesucristo me envía
a llevarte a los infiernos a los más hondos que había.
ORACIÓN:
Por la calle La Amargura, va una mujer angustiada
delgadita de cintura y pequeñita de cara.
Tres veces le pregunté, tres veces le preguntaba:
¿ha pasado por ahí el hijo de mis entrañas?
Por aquí pasó, señora, antes que el gallo cantara
cinco mil azotes lleva a sus divinas espaldas
una corona de espinas que el cerebro le traspasa.
Sino lo queréis creer, volved para atrás la cara.
Volvió la Virgen la cara, cayó al suelo desmayada.
San Juan, como buen sobrino, pronto acude y la levanta.
Levanta, querida tía, levanta querida hermana
que allá en el Monte Calvario suenan tambores y cajas
será tu precioso hijo que a crucificarlo llevan.
Alzó los ojos al cielo y vio una cruz enclavada
Donde estaba Jesucristo por el perdón de las almas.
Que nos perdone las nuestras, cuando de este mundo vayan.
Si yo supiera “Señor”, de pena me hubiera muerto.
ORACIÓN:
En el cielo hay un castillo pintado de maravillas
No lo pintó el carpintero, ni menos carpintería
que lo pintó el Rey del cielo para la Virgen María
En medio de aquel castillo, hay una malva florida
en medio de aquella malva, está la Virgen María
dándole a su niño el pecho, el niño no lo quería.
Volvió la vista hacia atrás, madre por qué llora usted,
por qué lloras madre mía.
Porque el infierno está lleno y la gloria está vacía.
Calle usted madre y no llore que en siendo yo niño grande
me enclavaré en una cruz y derramaré mi sangre
a todos los salvaré a los chicos y a los grandes.
Quien la sepa y no la diga, qien la oiga y no la aprenda,
el día del juicio final sacará un alma de penas y la suya de penar.
ORACIÓN:
San José salió una tarde, se dejó el niño en la tienda.
A los requiebros del niño, bajó la sagrada reina.
Vente conmigo, que vamos a cumplir una promesa.
Se le perdió en el camino, qué dolor le dio a la reina.
Se encontró con tres mocitas, que las tres eran doncellas
Le preguntó a la primera: ¿has visto al rey de la tierra?
Le respondió la segunda: de usted señora las señas.
Lleva unos zapatos blancos y unas moraditas medias,
una túnica morada cosida con seda negra.
Ese niño es mi señor, ayer pasó por mi puerta.
A la hora de cenar, puesto conmigo en la mesa.
Dime niño, de quién eres.
Yo soy el pastor de los cielos y la tierra
que ahora he bajado al mundo a apaciguar las ovejas.
Le hice una hermosa cama con almohadas de seda
y el niño tan cortesano, no quiso acostarse en ella.
En el rincón más oscuro, hizo cruz por cabecera.
A otro día de mañana, apenas abrió la puerta,
Quédate con Dios María, quédate con Dios doncella,
que mi padre te dé el pago en la gloria eterna, amén.
ORACIÓN:
Ángel mío de mi guardia, semejanza del señor
para mí fuiste creado para amparo y guardador.
Ruegote ángel bendito por tu gracia y gran saber
de los lazos del maldito, me tienes que defender
y ruegote todavía no te apartes ni te alejes
nunca de mi compañía hasta que al cielo me entregues.
Adiós, cordero divino, no me desampares en ese camino
que seas mi lindo abogado y tengas de mí tan buena memoria
que me la representes en el reino de la gloria, amén
ORACIÓN:
Oh, quién fuera San Gregorio, para poder explicar
Lo que padecen las almas, que en el purgatorio están
gimiendo y suspirando clavadas en aquél suelo
pidiéndole a los mortales, las saque de aquél infierno.
Cuando yo estaba en el mundo, te causaba sentimiento
de que me daba un dolor, y no hallabas el remedio.
Pues si tú ahora me vieras en estas llamas arder,
qué diligencia no hicieras por no verme padecer.
Dicen que padece un alma más tormentas y trabajos
que penas han padecido todos los mártires y los santos
más que los ajusticiados, más que cautivo esforzado
más que todas las mujeres en su parto fatigado.
Con toda la leña junta que Dios al mundo ha criado
No compone una pabeza, para en el fuego que estamos.
Los puntos parecen días y los días, largos años, los años eternidades.
Oh católicos cristianos, ahora rogad por las almas que en el purgatorio estamos.
ORACIÓN:
Soy María López Martín
el gran poder de Dios me valga
para que no sea presa, muerta, ni herida,
ni de mala voz corrida.
El señor esté conmigo
y la rosa en que nació
y la hostia consagrada
y la cruz donde murió.
ORACIÓN:
A acostarme vengo
encuentro la Virgen dentro
Me dice: duerme y reposa
y no tengas miedo de ninguna cosa
que yo estaré contigo de noche y de día
siempre que me reces un avemaría.
(Y se reza el Avemaría)
ORACIÓN:
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto
con la Virgen María y el espíritu santo.
ORACIÓN:
Cuatro esquinas tiene mi cama
Cuatro ángeles me la guardan
Dos a la cabeza y dos a los laos
Y en medio Jesucristo crucificao.
ORACIÓN:
Jesusito de mi vida
eres niño como yo
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón
tómalo, tuyo es, mío, no.
ORACIÓN:
Camina la Virgen pura
de Egipto para Belén
en la borriquita mansa
que le compró San José
lleva el niño entre sus brazos
el santo camina a pié.
En el medio del camino
el Niño tenía sed
no pidas agua, mi vida
no pidas agua, mi bien
que los ríos vienen turbios
y no se puede beber
Allá arriba, en aquel alto
hay un dulce naranjel
y el hombre que lo guarda
es un ciego que no ve.
Por Dios le pido, buen hombre
así Dios le deje ver,
que me de una naranja
que mi niño tiene sed.
Entró la Virgen al huerto
y cogió tan solo tres
el niño, como era niño,
todas las quería coger.
Camina la Virgen pura
y el ciego comienza a ver.
¿Quién ha sido esta señora
que me ha hecho tanto bien?
Ha sido la Virgen María
que camina hacia Belén.
ROMANCE DE JOSÉ ALEJO:
Apártate mora blanca
Apártate mora linda
beba mi caballo agua
de esta fuente cristalina.
No soy mora, caballero
que soy cristiana cautiva.
Me cautivaron los moros
en días de pascua florida
en el jardín de mi padre
cogiendo flores un día.
¿Te quieres venir a España
en mi caballo subía?
Y mi honra, caballero
donde me la llevaría.
Entre mi espalda y mi pecho
guardada la llevaría
y los pañuelos que lavo
donde los colocaría.
Los de seda y los de holanda
en mi maleta cogían
y los que menos sirvieran
por las corrientes se irían.
Llegaron a la montaña,
La niña llorando iba.
¿Por qué lloras niña guapa?
¿Por qué lloras niña linda?
Cómo no he de llorar!
Si aquí mi padre venía
y mi hermano José Alejo
en compaña de él venía.
Alzó los ojos al cielo
y rezó un avemaría
que pensé en traer mujer
y traigo una hermana mía.
Abrid mis padres las puertas
ventanas y galerías
que aquí os traigo la prenda
que lloráis de noche y día.
CANCIÓN DE DON PEDRO:
Ya viene don Pedro
de la guerra herido
y viene llorando
por ver a su hijo
¿Cómo estás Teresa
de tu fiel y parto?
Yo estoy bien don Pedro
si tú vienes bueno.
Dame ese hijo
que le dé un abrazo
que si acaso muero
que muera en sus brazos.
Acaba Teresa de dar tus razones
que me está esperando
el rey de las cortes.
Y al salir del cuarto
Don Pedro expiró.
Y haciéndole el duelo
su madre quedo.
Le dije a mi abuela,
como abuela mía,
qué ruido es ese
que hay en la cocina.
Me dijo mi abuela
como abuela mía,
el perro y el gato
por comer comía.
Y a los quince días
se estaba peinando
para ir a misa
le dije a mi abuela,
como abuela mía,
qué vestío me pongo
para ir a misa.
Me dijo mi abuela,
como abuela mía,
ponte el vestio negro
que te convenía.
Y a la entrá de misa
todos le decían
qué viuda tan linda.
Y a la salida, se lo repetían.
Le dije a mi abuela,
como abuela mía,
qué palabras eran
las que me decían.
Don Pedro ya ha muerto
tú no lo sabías.
Se metió pal cuarto
triste y pensativa.
Y sacó un puñal
y se quitó la vida.
Tocan las campanas
con mucha tristeza,
porque ya se han muerto
don Pedro y Teresa.
Tocan las campanas
con mucha alegría,
pa que no se entere
la recién nacía.
CANCIÓN DE LA PARRA:
Lo que ha pasado en La Parra
que un novio mató a su novia
por una sola palabra.
Serían las tres de la tarde
cuando el criminal llegó
se puso a hablar con su novia
y estas palabras habló:
Sino te vienes conmigo
la vida te quito yo.
Su hermana María Dolores
que en altas voces gritaba:
¿Quién ha sido el criminal
que me ha matado a mi hermana?
El criminal salió corriendo
lleno de tribulación,
para darse cuatro tiros
pero le faltó valor.
Se presentó a la justicia
con el revolver en la mano.
Vengo a que me metan preso
que a mi novia la he matado.
Si a tu novia la has matado
a la cárcel vas a ir
y los padres de tu novia
pronto vendrán a por mí.
Le toman declaraciones
a la gente de La Parra.
Siete años fueron novios
y a los siete me ha espachado
ahora que viene su primo
por los mares embarcado
con aquella bata blanca
y los listones celestes.
Hasta la curia decía:
Lástima nos da de verte.
Aquellos zapatos blancos
de Buenos Aires vinieron
que se los mandó su primo
de mortaja le sirvieron.
Con aquellos caracoles
que a la frente le caían
y aquellos ojitos negros
los corazones partían
en aquellas carnes blancas
los cuchillos no cortaban.
Hasta la curia decía:
Lástima nos da de verte.
GERINELDO:
Gerineldo, Gerineldo: ¿Quién te pillara esta noche tres horas oscurecido?
Como soy vuestro criado, queréis burlarse de mí
Es mentira, Gerineldo que de veras te lo digo:
A las diez se acuesta el rey, a las once está dormido.
A las doce de la noche, puedes rondar mi castillo.
A las doce de la noche, la princesa lo ha sentido
Quién ha sido ese traidor, quién ha sido ese atrevido
que a las doce de la noche viene a rondar mi castillo.
Soy Gerineldo, princesa, que vengo a lo prometido.
Lo ha agarrado de la mano y en su cuarto lo ha metido.
A otro día de mañana, tres horas el sol salido:
Levántate Gerineldo, que somos los dos perdidos
que la espada de mi padre entre los dos ha dormido.
Vete por esos jardines, cogiendo rosas y lirios.
Si te encuentras con mi padre, le echarás un desafío.
El rey que lo sabía, al encuentro le ha salio
¿Dónde marchas Gerineldo marchito y descolorido?
Vengo por estos jardines, cogiendo rosas y lirios
una azucena vagante mi color se lo ha comido.
Es mentira, Gerineldo, tú con mi hija has dormido.
No se lo puedo negar, ella la culpa ha tenido
Máteme usted, mi buen rey, si delito he cometido.
No te mato Gerineldo, que te he criado de niño
y si mato a la princesa, me desampara el castillo.
A los tres o cuatro meses han reclamado una quinta
que sale pa Tetuán y a Gerineldo lo nombran de capitán general.
Si a los diez años no vengo, reina te puedes casar
con quién sea de tu gusto y a ti te llegue a buscar.
Los diez años han pasado y el conde no viene ya.
Le pidió permiso al padre para salir a buscarlo
El permiso tiene dado y también la libertad.
Cogida de su caballo, con dos criados detrás.
Cuando llegaron a África, al subir un alto cerro
y al bajar un arenal, se ha encontrado un vaquerito
con una grande vacada. Vaquerito, vaquerito
por la santa trinidad, que me niegues la mentira
y me digas la verdad: de quién es esta vacada
con tanto hierro y señal.
Son del conde Bellas flores que para casarse está.
Toma este anillo de oro y llévame a su portal
a pedirle una limosna, creo que me la dará.
Ha pedido la limosna y el conde la bajó a dar.
Ay, qué niña más bonita, ay qué niña más salá,
niña, si vas para Francia, la hija del rey verás
dale recuerdos de mí, dile que me voy a casar.
No necesito ir a Francia que con ella hablando estás.
Mujer eres el demonio y el enemigo mortal.
Yo no soy el demonio ni el enemigo mortal
que tú eres mi marido y yo tu mujer carnal.
Toma rey moro tu hija, toma tu virginidad
que si virgen me la diste, virgen te la vuelvo a dar
que me voy con mi mujer que me ha venido a buscar.
Y pocos días después la boda celebrarán.
Mi tía rezaba algunas de estas oraciones, alguna con una pequeña diferencia. Me ha hecho mucha ilusión al recordarlas. Buscaba la del de en el cielo hay un castillo.
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