La matanza se hacía todos los años en casi todas las casas por los meses de noviembre y diciembre, cuando ya hacía frío..., que era el tiempo ideal..., y, era casi la única forma de tener víveres para una buena temporada.
Lo primero, claro, era comprar o criar el cerdo y cebarlo, hasta de doce a quince arrobas, bien con papas y remolacha cruda o cocida. La remolacha cruda había que picarla bien "finica" con la "piqueta" para que los cerdos no se ahogaran. Con el tiempo, Juan el Fragüero, inventó una maquinilla de mano para hacer esto con más rapidez. Los "berbajos" hechos con papas cocidas, remolacha, desperdicios de todo tipo y harina de cebada o salvado. El maiz en grano, las verduras: planta de amapola, arbejones "el arbejón pal lechón, la arbejana pa la marrana", los tallos de las matas de habas, etc.
Ya casi desde la entrada del otoño había que ir reservando unos buenos troncos de almendro, encina u olivo para hacer "las astillas" del gran fuego de todos los días de matanza. A primeros de noviembre tenían que buscar "las arbulagas y matas" para churrascar y pelar a la víctima. En el mercado se compraban "los testamentos", grupo de especias para elaborar morcillas y demás embutidos, a los Cascaracebolla. Se compraba un testamento por cerdo a matar y constaba de: pimienta, canela, clavo y matalahuva, podían ser en polvo o en grano que había que moler en aquellos molinillos de mano o con el almirez.
También se compraban los pimientos coloraos secos a la gente de Valor y los pueblos de la Sierra. Un ciento de naranjas a los de Ugíjar y unos cuantos peros y manzanas a los berchuleros y mecineros -que nos los cambiaban por caquis y uvas-. También había que prever "mazos" de tripas o tripas saladas. El salchichón y chorizo se hacía con un preparado que fabricaban en Barcelona y se llamaba "productos Ruca".
Una vez que estaba todo preparado y la fecha acordada con el resto de parientes, compadres y amigos para que no coincidieran dos matanzas, ... se invitaba a los que habían de asistir...
Antes de pelar la cebolla había que hacer un amasijo de pan y otro de pan de aceite y ya se aprovechaba para hacer algunos dulces "de horno" de cara a la Pascua: rosquillos de vino y aguardiente, galletas caseras, mantecados y polvorones..., alguna "torta en lata", roscos de sartén, borrachuelos, higos fritos, "minchos", buñuelos...
Dos días antes se hacían las astillas con el marro y las cuñas. Al día siguiente -casi de madrugada- se ponía la caldera sobre unas "estreves" matanceras y un fuego que ni el del infierno, y se empezaba a cocer la cebolla. También se cocían un par de buenas calabazas "marraneras" que daban suavidad -y aumentaban- la masa de la morcilla. Los vecinos y parientes aprovechaban para llevarse unos buenos braseros que se colocaban en la "mesa camilla".
El día de la morcilla por la noche se echaba el "cenacho", que consistía en pedir unas "morcillicas", por la chimenea con una cuerda..., y la gracia estaba en que no se reconociera la voz de la gente que estaba en el "terrao"..., y los días siguientes se hacían los otros embutidos: longaniza, salchichón, salchicha, sobrasada, longaniza de papas...
A los niños y niñas nos hacían "merceores" y al mismo tiempo que nos mecíamos cantábamos canciones:
"La pavica, la pavona, pone huevos en una olla, pone uno, pone dos, pone tres, pone cuatro, pone cinco, pone seis, pone siete, pone ocho..., "burriquito" bizcocho fui al corral me encontré un dedal se lo di a mi tía para mi ultima agonía... ¿Cómo la quieres chica o grande? Esta no es, esta no es, ¡Esta si es!"
Y ahora ya lanzo unas simples pinceladas para el recuerdo de los que vivimos aquella época: todo lo que llevaba sacar, atar, matar, churrascar, pelar, colgar y abrir al marrano, los menuderos con las hojas de col, el lavado de las tripas, el llenar a alguien de morcilla con el morcillero..., el café con pan de aceite, buñuelos con miel(mi abuela Manuela los hacía exquisitos) , las copillas de aguardiente, las almendras tostadas tras sacar el pan del horno y los mantecados, las migas de la matanza, el potaje de habichuelas, la morcilla frita, el cenacho, los juegos de cartas, el meceor y sus coplas, los chicharrones, las sopas de pimentón, la asadura con cebolla, el arroz matancero( que me recuerda tanto a mi abuela Adoración como a mi tía Anica), las chicharrillas asás en aquellas fogatas( mi Serafín era un especialista), los adobos y las longanizas, el guisaillo, el arroz con leche..., los remerinos y los romances, las orzas llenas de costilla, lomo, papada, morcilla, longaniza y los techos repletos de blanquillo, salchichón, chorizo, longaniza papas, caretas, espinazos, hojas de tocino, brazuelos... Aquellos cuartos de los "atrojes" oliendo a matanza, a manzanas enterrás en el trigo, a cuelgos de caquis, uvas y tomates de pera, a castañas, higos secos, nueces, peras de invierno, membrillos... Y las bodegas y despensas repletas de tinajas de aceite, toneles de vino, "acitunas" en agua, conservas, carne de membrillo, mermeladas, miel de abeja, quesos en aceite, uvas en aguardiente, el pan guardado en la artesa tapado con un "tendio" y cuantas más cosas que ahora se me escapan. Así podía nevar y llover de temporal...
Parte de lo escrito está basado en el texto de un paisano nuestro, que vive en Barcelona...,
del foro de Cádiar...
...Y todo esto viene a colación porque mi primo Casimiro, este año en su matanza nos reúne en La Rambla del Banco..., y me hace mucha ilusión "revivir" todo lo que implica la matanza...
Aquí van imágenes...
Gracias a José Antonio Medina por pasarme fotos de la mañana...
Y ... ahora ... ,los embutidos..., y más...
Muy entrañable, Maria.
ResponderEliminarMe encanta leer tu blog.
Y unas fotos preciosas.
Un beso
Gracias, Paco, besosss
EliminarBuena entrada y buen reportaje María. Mis recuerdos coinciden con los tuyos porque hemos vivido juntos punto por punto todo lo que cuentas en las matanzas de los abuelos, las de mi casa y la tuya. Incluso, "aquí onde me ves" he sido matarife alguna vez en tu matanza. ¡Qué buenos recuerdos!
ResponderEliminarEspero poder estar en otra ocasión si es posible. Un fuerte abrazo.
Manolo..sí que hemos tenido muchas vivencias en común..., a Casimiro le quedan dos marranos... , así que ya sabes ... el año que viene..., muchos besosss...
ResponderEliminar